En tal sentido, propone otorgar a los trabajadores -hombres y mujeres – con responsabilidades familiares y otros grupos generalmente relegados del mercado laboral, el derecho a solicitar a su empleador la adopción de medidas para adaptar su jornada laboral de manera que de adecúe de mejor forma a sus necesidades, pudiendo el empleador acceder o no a dicha solicitud, estableciéndose estrictos criterios objetivos que permitirán al empleador negarse. Lo anterior, en línea con países como España, Australia, Reino Unido, entre otros, los que ya incorporan en su legislación la figura del “derecho a solicitar”.
Asimismo, plantea una menor rigidez de la jornada para que el trabajador pueda compensar los permisos con goce de sueldo que hubiera solicitado dentro de los sesenta días anteriores o posteriores al otorgamiento del mismo, a elección del propio trabajador.